“La idea de hacer el festival surgió por Natalia, una compañera que me propuso hacerlo como otra manera de recordar a mi hermano y seguir insistiendo en que se investigue en el fuero federal. Además, lo positivo de estar en el parque es que la gente pasa y se va sumando. Ven lo que estamos haciendo porque le llama la atención. Aunque el lugar no lo elegimos nosotros es el ideal, por lo que significa estar al lado del mismo río donde lo encontramos”, explicó Luciana.
Junto a los participantes se encontraban familiares de Jonathan Herrera, Nicolas Brambilla, Isaías Montonatti y Analía Rivero. Su presencia demostró la unión que existe entre las diferentes causas, que forman parte de un mismo dolor al haber perdido injustamente a un ser querido.
La organización “Basta de matar a nuestros alumnos” llevó adelante la lectura y exhibición de fotografías de distintos chicos que perdieron su vida en manos de la violencia estatal, o del “poder narco”. “Desde AMSAFE Rosario no queríamos dejar de estar hoy. Venimos trabajando hace un tiempo esta problemática que es que maten a los jóvenes (…) Presentamos sus historia juntas porque no queremos que aparezcan como casos aislados, ya que no lo son. Acá hay un responsable que es el Estado, al dejar desamparado a los pibes de los barrios más vulnerados y la única solución que trae es la saturación policial, gendarmería en los barrios y nuevas fuerzas represivas, castigándolos aún más. Con esto pretenden tapar el sol con las manos, porque no es ninguna solución, no ataca las raíces profundas de esta problemática social”.
Natalia Virgolín pertenece a este grupo y fue quien colaboró con Luciana en la organización del festival. Comentó que se contactó con ella y así surgió la iniciativa de hacer algo en la vía pública, para lograr que se conozca la causa. “Es necesario que la gente se entere que lo que pasó, para empezar a llamar las cosas por su nombre: está involucrada la policía y la responsabilidad es del estado. El era un pibe que laburaba todos los días, que salió a divertirse, que tendría que haber vuelto a su casa y no fue así. Esta es una realidad que nos atraviesa como sociedad, por eso la justicia la merecemos todos. Por Gerardo, por David Moreira, por Jonathan Herrera, por Any Rivero, por Paula Perassi, y por miles de casos que nos suceden diariamente. La gente tiene que poder pensarlo desde ese lugar”.
Andrés y Ramiro, integrantes de la Murga “Mal Ejemplo” y “La Guevarata”, dos de los grupos que participaron, explicaban que desde el primer momento que Luciana los convocó, se interesaron al consideran que es importante difundir las historias de los chicos asesinados diariamente que viven en los barrios más humildes. “Nosotros como murga intentamos dar un pequeño aporte para el cambio social, intentando participar y cantar en los contextos de lucha, al estar muy vinculado con el mensaje que transmitimos. Aunque fue muy duro empezar después del mensaje inicial intentamos transformar la tristeza en alegría”.
Cerca del cierre, se dio lugar a la proyección de un material audiovisual de la Cooperativa de Comunicación La Brújula, donde se mostraba la lucha llevada adelante por sus familiares desde la búsqueda hasta la última audiencia. Con el paso de unos minutos, acompañado por un respetuoso silencio, a medida que las imágenes pasaban, fue posible entender el tiempo transcurrido sin respuestas concretas por parte de la justicia.
Actualmente la causa continua siendo investigada por la justicia provincial. Los cinco acusados se encuentran bajo prisión preventiva y un nuevo estudio determinó signos fehacientes de asfixia en el cuerpo de Gerardo. Por otro lado, tanto la querella como el Ministerio Público de la Acusación, elevaron el pedido de traspaso a la Justicia federal. Se basan en evidencias nuevas que generan sospechas sobre la participación policial y la configuración del delito como desaparición forzada de personas.
“La médica forense informó que mi hermano no presentaba golpes traumáticos que le puedan haber ocasionado la muerte. Pero yo sé que cuando lo fui a reconocer, estaba golpeado. Por más que digan otra cosa, a mí nadie me va a sacar de la cabeza que le pegaron, lo torturaron, lo mataron y lo tiraron al río. Ya está comprobado que no se ahogó, sino que al río llegó muerto. Eso es algo más para seguir peleando y para romper las ideas que se decían en un primer momento sobre la posibilidad que él mismo sea quien se tiró”, aclaró Luciana.
También informó que el viernes 11 de diciembre a las 10 de la mañana, está pautada una nueva audiencia en la cual se puede definir el destino de la causa: si pasa al fuero federal, o si se les otorga a los acusados la prisión domiciliaria. “Va a ser un día clave. Personalmente pienso que después de esta audiencia no va a haber ninguna más. El viernes va a marcar como vamos a seguir afrontando la situación siguiendo la lucha. Lo único que esperamos es que sea positivo”.
Luciana expresó que no va a parar hasta hacer justicia, aunque la sigan amenazando e inventen muchas cosas sobre ella, lo único que persigue es esclarecer el caso de su hermano. Pero para eso necesita de la participación de todos, fundamentalmente en las audiencias: “El apoyo de la gente es muy valioso porque uno solo no puede encarar esto. Por más fuerza que tenga, esa contención la necesito, ya sea de mi familia, de las agrupaciones, o los compañeros. Por eso agradezco a toda la gente que convocamos, los que se acercaron y se solidarizaron con nosotros”.