A 16 kilómetros de la Ciudad de de Córdoba, se encuentra Malvinas Argentinas, una de las localidades más pobre de esa provincia. Un lugar ignoto para muchas personas, hasta que en junio de 2012 anunció la instalación de una planta de semillas de maíz transgénicas de Monsanto en Malvinas Argentinas y una estación experimental en Río Cuarto, a través de una inversión de casi 1800 millones de dólares. A partir de ese momento los habitantes del pueblo comenzaron a cuestionar y movilizarse para impedir la construcción de este emprendimiento. Desde el inicio fueron apoyados por diversas organizaciones sociales, estudiantes y sindicales, entre ellos las Madres de Barrio Ituzaingó, referentes ineludibles en la lucha contra los agrotóxicos por lograr sentar en el banquillo de los acusados a productores denunciados por daños ambientales y a la salud por fumigaciones con glifosato.
Desde hace más de una semana, vecinos autoconvocados y asambleas socio ambientales se encuentran impidiendo la entrada de materiales al área de construcción de la planta, con un corte parcial de la Ruta 88. Decidieron acampar luego de reiterados trámites legales ante las autoridades que nunca dieron sus frutos. Así lo expresó, Martín Carranza uno de los referentes de este bloqueo, en la última edición de Bárbaros Universidad: “Hemos tomado esta medida dado que en ninguna instancia gubernamental ni judicial ha atendido nuestros reclamos porque la planta no cumple con todos los requerimientos legales para poder iniciar su construcción”.
Para ellos son sobrados los motivos para oponerse al arribo de Monsanto en su territorio: “Creemos que es un monstruo que representa muchísimas cosas negativas y nocivas para la humanidad toda, porque Monsanto es la responsable de la fabricación de la bomba atómica, pasando por el gas naranja en Vietnam, el gas sarín en la Primera Guerra Mundial. Y ahora mutado en un monstruo de la biotecnología, ha transformado plantas de consumo humano en experimentos como las semillas transgénicas”
Según la información suministrada por los asambleistas, la planta que se instalará en Malvinas Argentinas se dedicará concretamente a producir semillas transgénicas de maíz, no para consumo humano sino destinado a la elaboración de biodiesel. Dichas semillas están diseñadas a partir de alteraciones genéticas, que les permiten generar su propio insecticida: la denominada “bacteria BC” que se emite constantemente en esporas al aire y que mata por intoxicación a todo insecto que se acerque a las plantaciones.
La acción es pacífica y solo se limita a impedir el ingreso de camiones y no de los trabajadores afectados a este proyecto. Por esta razón, el jueves de la semana pasada fueron agredidos por miembros de la UOCRA nucleadas de las CGT, cuyos referentes en reiteradas ocasiones declararon que el accionar de los manifestantes ponía riesgo la fuente de ingreso de 200 trabajadores: “De manera prepotente sacaron sus banderas, corrieron a la gente del portón, y mediante un a presencia policial muy fuerte nos desplazaron de donde estábamos interviniendo”, dijo al respecto Carranza.
El nivel de agresión hacia los manifestantes fue creciendo, hasta llegar a su punto más alto el lunes en horas de la tarde cuando la Policía intentó levantar por la fuerza el bloqueo. Producto de la represión, dos acampantes fueron detenidas y varias personas heridas. Entre ellas, se encuentra Sofía Gatica, integrante de las Madres de Ituzaingó, a quien arrastraron provocándole traumatismo de cráneo leve, luego de que intentó frenar el paso de los camiones, utilizando su cuerpo tendido a lo largo de la ruta. Luego de la liberación de las mujeres demoradas, Adrián Villaplana, vocero de Monsanto, declaró que se suspenderán las tareas de construcción por “falta de materiales”, pero aseguró que reanudaran apenas se despeje la entrada a la planta.
A pesar de las represalias, el corte se mantiene en el lugar. Los vecinos reclaman la realización de una consulta popular a nivel provincial: “Creemos que es muy necesaria esta consulta, esto tiene que trascender al ejido municipal de Malvinas Argentinas porque nos va a afectar a todos en Córdoba” dijo Carranza sobre este aspecto. Aún antes de la represión expresaba que “el bloqueo va continuar y nosotros vamos resistir todo lo que más podamos. Tenemos el ejemplo de Famatina que históricamente ha resistido la entrada de la Barrick Gold a los cerros y nos aferramos a eso para darnos fuerzas y continuar. La adhesión de la gente es impresionante. A quienes puedan les pido que se informen, que adhieran y a las personas que se puedan llegar a la localidad que se acerquen, van a ser muy bien recibidos, el acampe es muy numeroso. Estamos tratando garantizar la infraestructura para que la gente se pueda quedar y la pasen lo mejor posible”, concluyó.