“El primer dato que sale con la intervención en el INDEC fue el 22 de enero del 2007, y se desplazó de su puesto a la profesora Graciela de Bacua el 29 de enero del mismo año. O sea, ya vamos siete años y seis meses si no me equivoco”, recordó el líder gremial.
“Lo que cambió fundamentalmente es que se dejó de ser un organismo técnico para ser una agencia de publicidad, más cercana a la difusión de buenas noticias que quería dar el gobierno que un organismo técnico. Con ello se desplazó a cientos de compañeros, para traer a personas cercanas a la intervención, a La Cámpora y a las agrupaciones peronistas que hoy están en el seno del gobierno nacional”, aseveró respecto al cuerpo de trabajadores que hoy integran el organismo de estadística y censo.
Respecto a la falsificación o manipulación de datos, tema que desarrollarán el 25 de julio en Rosario donde presentaran el libro “Cómplices de la Mentira” –lo pueden bajar desde www.ateindec.org.ar-, Llaneza afirmó que: “allí podremos encontrar las distintas documentaciones que presentó el ex fiscal Manuel Garrido, hoy Diputado Nacional por la UCR, en donde lo que decía sobre el falseamiento es que cambian un dato real, relevado en campo, por el dato que más se acercaba a lo que le interesaba la intervención, que en definitiva es un dato manipulado. Hubo distintas modalidades, hoy bien no sabemos cómo se hace, lo que sí sabemos es que nuestro organismo ha dejado de ser creíble o ya se habla de que los nuevos datos del IPCNU – Índice de Precios al Consumidor Nacional Urbano -, no son certeros.”
El bueno, el malo y el feo.
La pata corta. Para Llaneza siempre hay ganadores en estos procesos: “Han crecido las consultoras privadas porque la gente necesita datos concretos, la necesita el gobierno para hacer políticas monetarias, o políticas económicas y sociales. La necesita el empresario para poder ver como invierte, y después como genera fuente de trabajo. Y fundamentalmente el gran ganador han sido aquellos que con los bonos han podido hacer que el estado tenga todos los bonos a vencer, que eran ha vencimientos de 10 o 15 años, y muchos funcionarios, y eso lo deberán investigar, que tienen bonos atados al crecimiento del PBI. Como dice un compañero, acá no es el problema de tapar la inflación sino de generar negocio para unos pocos.”
“Los trabajadores hemos perdido la posibilidad de tener concretamente una carrera administra dentro del estado. Antes de estar intervenidos éramos mil cien personas, hoy somos mil ochocientos reconocidas. O sea, podemos ser esa cantidad o más. El INDEC dejó de ser un organismo serio para ser desprestigiado por la intervención política y aparte un botín de guerra. Quienes pierden, los trabajadores cuando vamos a discutir en paritarias el aumento salarial o la recomposición que año a año debemos discutir con las patronales”, admitió el gremialista porteño.
“¿Y quiénes pierden? Como dijiste vos –en referencia a Germán Mangione, conductor del programa- , los pobres e indigentes, y más los indigentes porque fueron borrados de la faz de la tierra porque Guillermo Moreno, que llegó a decir que no hay indigentes en la Argentina. Los que también pierden son los desempleados, porque también cambian la forma de preguntar si una persona es o no desempleada, desde las preguntas engañosas que se hacen a partir de la intervención, donde asumen que hay personas que están inactivas por decisión propia”, quedando el sector más vulnerable de la población como la oreja del tarro.
Dos caras de una misma moneda
Al ser consultado respecto a la influencia de los institutos provinciales de censos reconoció: “Hubo momentos en el 2008 como en el 2012, donde esos datos dejaron de ser confiables –respecto a los datos que surgen del IPEC - Instituto Provincial de Estadística y Censo de Santa Fe. Y la verdad es que es una pena porque, en esto, el gobierno provincial no gana sino que pierde la dimensión de lo que pasa realmente, salvo que tengan datos certeros en los despachos de los distintos funcionarios del área económica o de las más altas magistraturas provinciales. Y otra cosa que se pierde es que los hace inviable a ustedes quienes son los que primero decodifican la información que da el IPEC y se la transmiten a la población.”
“Hoy llegamos a que al brindar los datos del IPCNU iban a censurar de alguna manera la publicación los datos provinciales, de algunos que son lugares de muestras, como lo es Rosario. Lo que digo, hemos perdido la confiabilidad, y la posibilidad de tener datos con los cuales de construir mes a mes o hacia atrás lo que vino pasando en nuestro país en materia inflacionaria, o como le gusta decir al gobierno nacional cuando hablan de la variación de precios de los distintos productos que relevan nuestro organismo”, sentenció Raúl Llaneza.