Si las movilizaciones de pueblos originarios llegan hasta la Suprema Corte no es solo porque dios atiende en Buenos Aires, sino también porque en Chaco mira para otro lado. La cautelar que exige al Estado respetar los derechos básicos de estos pueblos es un papel no leído, perdido en la oficina de algún ministro. “La medida cautelar está vigente; solamente queremos que se cumpla”, se quejó el miembro de la Federación.
Lo primero que se intenta suprimirles a los habitantes de Pampa del Indio y otras comunidades indígenas es su voz, y un método es la represión, no en Buenos Aires, donde perturbaría el fluir de la vida de la gran ciudad, sino en el invisible: el Impenetrable.
En el documento que se presentó ante la corte pone en evidencia las múltiples problemáticas que son la cotidianeidad del vivir de muchos chaqueños, Víctor hace hincapié impotentemente en un aspecto vital, argumenta: “gran parte de la comunidad indígena tiene que dejar de tomar agua de los charcos, es agua contaminada”. El alimento escaso, los pocos medios que les son dados para producir y la casi nula cobertura hospitalaria, se suman a la lista de necesidades.
El Estado ignora el pedido judicial, no porque sea olvidadizo, o porque esté ausente, sino en complicidad con el modelo de producción agrario impulsado por la gobernación de Chaco que hace de la provincia un plantadero de soja y nada más. Las pocas tierras que aun pertenecen a sus dueños, los pueblos originarios, son asediadas por los desalojos, y los pueblos se ven reducidos cada vez más, se les ponen palos en la rueda y se los somete al hambre y la injusticia mientras la justicia dice haber actuado.
Una vez más solo queda en la ‘intención’ - esta vez en un papel- la promesa del gobierno.
2014-04-03 / Entrevista Víctor Gómez/ Federación Nacional Campesina de Chaco by La Brújula De La Mañana on Mixcloud