La semana pasada comenzó una nueva etapa en el caso, a pocos días de cumplirse un año del asesinato de “Pichón”. En el inicio de las indagatorias, prestaron declaración el patovica del boliche La Tienda, Cristian Vivas, y el policía Luis Noya, quienes negaron su responsabilidad en la muerte del joven de 23 años. Por su parte, se espera el informe de Maximiliano Amiselli, el segundo policía acusado que declaró el 29 de julio; faltando presentarse ante la Justicia los patovicas César Darío Ampuero y José Luis Carlino.
En diálogo con La Brújula, el abogado que representanta a la familia de Escobar en la querella, Guillermo Campana, brindó precisiones en torno a las audiencias. Al respecto, señaló que Noya -quien hacía adicionales la noche en que “Pichón” fue visto con vida por última vez- sostuvo que ese día se mantuvo en el ingreso del boliche debido a un malestar físico. El letrado aseguró que “no es cierto que –como afirmó en sus declaraciones- el imputado se haya presentado a la Policía por cuenta propia cuando se supo relacionado con el crimen”.
Además, Noya aparece en una de las pruebas de la causa: el video de la noche en que Escobar desapareció. En la cinta se lo ve en el hall de ingreso al boliche, sentado en un lateral.
El patovica Vivas fue el segundo en declarar. Entre las pruebas que lo ligan al caso se encuentra el mencionado video, en el que se ve claramente cómo lo golpea a pocos metros de la entrada del boliche. La segunda prueba es el teléfono de la víctima, cuya señal quedó establecida por última vez en la casa del acusado.
Cárcel para los imputados
“Instaremos a la Justicia a que haya procesamiento y prisión para los cinco imputados”. Esas fueron las palabras de Campana con respecto al futuro desarrollo de la causa, quien por ser parte de la querella aún no accedió a los informes oficiales. Luego de las indagatorias, el juez Bailaque tendrá 10 días para decidir el procesamiento y resolver la situación en relación a la libertad de los acusados.
Gerardo Escobar trabajaba en la Dirección de Parques y Paseos de la Municipalidad. La última vez que fue visto con vida fue el 14 de agosto de 2015 cuando salía del boliche “La Tienda”, y su cuerpo fue hallado en el río Paraná una semana después. El 8 de julio pasado, la Sala B de la Cámara Federal de Rosario dictaminó que la carátula del caso pasara a “desaparición forzada de persona”.