Viernes, 29 Julio 2016 21:30

Por una producción sin venenos

Escrito por  Delfina Cavallone
    Por una producción sin venenos

    Se relanzó esta semana el proyecto de Ley de Agroecología en la Cámara Baja de Santa Fe, que apuesta a una producción eficiente sin agroquímicos. A la par, en Corrientes, se desarrollará en noviembre el primer juicio por homicidio por agrotóxicos en el país, que tendrá como imputado al productor Ricardo Nicolás Prieto, a quien se lo responsabiliza por la muerte de Nicolás Arévalo. Desde la Cepronat, Carlos Manessi recalcó que se trata de “un proceso de cuatro años que recién ahora derivará en la Justicia”.

    El pasado 27 de julio se presentó en Santa Fe un proyecto que estaba a punto de perder estado parlamentario: la Ley de Fomento de la Agroecología. De la conferencia de prensa participaron los diputados provinciales del Frente Social y Popular (FSyP) Carlos Del Frade y Mercedes Meier, junto a Manessi quien señaló: “Es muy fácil de explicar lo que es la agroecología: es no utilizar químicos. En Argentina, sólo Misiones tiene una Ley de Agroecología, ahora nosotros lo presentamos acá”.

    Según indicó Del Frade, la iniciativa busca fomentar la producción agroecológica “para garantizar el derecho a la alimentación saludable, sustentable y variada en toda la población de la provincia; mediante la promoción, la capacitación, el incentivo y la regulación de las prácticas productivas sustentables”. “Esto significa generar la mayor cantidad de producción pero respetando siempre la salud del ser humano, la cuestión del medioambiente y especialmente la felicidad de las grandes mayorías y no solamente el interés de las minorías y las multinacionales”, añadió.

    Esto coincide con el anuncio que se hizo esta misma semana sobre el juicio oral que imputa a un productor de tomates de Goya por la muerte de un niño de cuatro años. “Puede ser un precedente importante, el chico murió intoxicado por el endosulfan. En ese momento, nadie hablaba de esos temas. Nosotros lo llevamos a juicio”, relató Carlos Manessi, integrante del Centro de Protección a la Naturaleza (Cepronat) y de la Multisectorial Paren de Fumigarnos, en diálogo con La Brújula de la Mañana por Radio Wox 88.3. Si bien la causa comenzó en mayo de 2012 y se temía su prescripción, después años de lucha se fijó la fecha del juicio oral entre los días 21 y 25 de noviembre.

    La víctima es un niño de cuatro años que murió dos días después de entrar en contacto con el plaguicida, al meter los pies en un río artificial poco profundo en el campo donde el imputado drenaba los líquidos con los que fumigaba, entre ellos el endosulfan. "Es un producto clorado, totalmente nocivo, que provoca la muerte al instante en caso de que uno lo ingiera, lo huela o a través del contacto con la piel", explicó Julián Segovia, abogado querellante y miembro de la Fundación Infancia Robada. Dos años después, este agroquímico fue prohibido en Argentina, teniendo como antecedente la muerte de este niño en la provincia de Corrientes.

    Producir sin veneno

    Una gran discusión es si el camino de la agroecología puede conllevar resultados económicos eficientes. Al respecto, Manessi afirmó que “hay una gran experiencia en el tema de producciones extensivas con muy buenos rendimientos, con buen precios”; y puso como ejemplo a Europa, donde está prohibido el uso de químicos. Agregó que en el país “hay una cultura de utilización de veneno que nos impuesto las corporaciones” durante muchos años, planteándola como única opción; mientras que en el resto del mundo se produce sin utilizar agroquímicos.  

    El proyecto ingresó a la Cámara de Diputados el año pasado con José María Tessa (Nuevo Encuentro).  “Si vos no gestionás los proyectos de ley, mueren en algún cajón de un escritorio. Y nosotros apoyamos ese pedido. Lo que hicimos ayer fue públicamente decir que Del Frade y Meier van a ser los diputados que dentro de la Cámara van a gestionarlo”, apuntó Manessi.

    El gran interrogante es qué camino puede seguir esta iniciativa cuando, a la vez, se plantean otras alternativas como la Ley Bertero -impulsada por la socialista Inés Bertero y que obtuvo media sanción en 2015. El texto establece hasta qué distancia se puede fumigar: por vía terrestre, a 200 metros de la zona urbana (pueblos, escuelas y viviendas) o a 100 metros si existe una barrera forestal; para la aplicación desde el aire, establece 3.000 metros de frontera pero con la chance de reducirla a 800 en casos especiales. “La Ley de Fomento de la Agroecología plantea que en esa parte donde no se va a poder fumigar, se puede hacer una producción agroecológica”, insistió el integrante de Cepronat.
    Este debate implica pensar qué tipo de producción e idea de salud se sostienen en Argentina, teniendo en claro que ambos planos están entrelazados. Así lo demuestra el juicio en Goya por la muerte de Nicolás Arévalo.

    Escuchá la entrevista completa en la Brújula de la Mañana.

     

    Fotografía: Prensa FSP