El pasado miércoles 19 de agosto la Secretaría de Hacienda publicó el informe del gasto público nacional al mes de junio de 2015 . El economista Julio César Gambina, en su columna de La Brújula de la Mañana, analizó el dato principal que surge de la información oficial; esto es, el alto crecimiento del déficit fiscal que en el primer semestre de este año es equivalente al de todo 2014.
“Estamos en una cifra alarmante de déficit de unos 107 mil millones de pesos con la perspectiva de que se triplique en la proyección del año, con todos los gastos que se prevén para esta segunda parte del año va a llegar a un nivel de 300 mil millones de pesos de déficit fiscal”, comentó el especialista. Esto implica, expresado de manera simple, que el Estado nacional gasta más de lo que recauda, “aunque los ingresos sean abundantes e importantes”, según lo grafica Gambina.
Ante esto, el economista señala que las variables sobre las que se puede intervenir políticamente son tres: el consumo, la inversión o tener un saldo positivo de la balanza comercial (exportar más de lo que se importa). Dado que el sector privado no está invirtiendo por la especulación que genera el recambio presidencial y que en el comercio exterior las exportaciones tiene precios en baja, la única variable sobre la que puede intervenir el gobierno es el consumo.
“Esto genera una mayor emisión de moneda y ocurren dos cuestiones: una fuerte presión sobre el dólar, que se expresa en el dólar ilegal en los niveles elevados de la actualidad y también en el aumento de la tasa de interés, porque para evitar que el que tiene excedente se vaya al dólar se aumenta la tasa de intereses del plazo fijo. Y al mismo tiempo, con esta emisión excedentaria de dinero para intentar que no haya tanta inflación el gobierno emite títulos públicos para que los bancos inviertan ese dinero, y así tratar de contrarrestar la emisión”, analiza el especialista.
La mencionada alta tasa de interés conlleva un mayor descubierto bancario y uso de tarjetas de crédito, intentando de esta manera incidir sobre el consumo. No obstante, según lo explica Julio Gambina, “existen problemas estructurales muy serios que impactan en el costo del dinero y en la elevación del dólar ilegal, estimulando un imaginario de que en algún momento va a haber devaluación La discusión es si será antes o después de la renovación presidencial”.
Los modelos que vienen en la oferta electoral económica
Respecto al cambio de gobierno que llegará el 10 de diciembre, el economista no ve muchas diferencias entre los candidatos con más posibilidades de ganar. “Creo que no hay mucha variante, en los principales candidatos que son Scioli y Macri. No hay muchas variantes, incluso en lo político ambos se han corrido en el discurso a lo que se llama el centro del escenario político: es el caso de Macri que no habla tan mal de las estatizaciones, solo critica la eficiencia con que se manejan las empresas públicas; y por otro lado, Scioli que hizo ese viaje a cuba para demostrar la inserción internacional de Argentina, especialmente con América Latina. Pero los economistas que rodean a Macri o a Scioli no tienen grandes diferencias sobre lo que hay que hacer en la economía”.
La conclusión a la que llega Gambina con esta perspectiva es que “los beneficiarios de la política económica de los últimos años no van a ser muy distintos del futuro”, y por ello nota que en la clase hegemónica de la economía argentina “son conscientes de que no va a haber grandes cambios en las cuestiones de fondo que definen los que dominan a los argentinos” sea quien sea el próximo presidente.
2015-08-24│Columna económica de Julio Gambina│Creció el déficit fiscal del primer semestre del 2015 by La Brújula De La Mañana on Mixcloud