El 9 de abril de 2014 Gendarmería se instaló en Rosario, con la misión de combatir el narcotráfico y garantizar la seguridad de los ciudadanos. Del desembarco de 2.000 agentes, hoy quedan 600 efectivos. En ese momento, los medios titularon el operativo como una ocupación que iba a “pacificar” los barrios más calientes de la ciudad. Sin embargo, a 12 meses de esa intervención, el referente de la Asamblea por los Derechos de la Niñez y la Juventud aseguró que la situación “no se modificó en nada porque no se tocó lo central del problema, que es el negocio que genera este estado de violencia en toda la ciudad y en particular en algunos barrios”.
En esa línea, evaluó que el Estado, es decir el gobierno nacional en articulación con el gobierno provincial, “tomó la definición política y económica de invertir dinero en la llegada y la estadía” de las fuerzas federales. “El Estado gastó cerca de 2.000 millones de pesos en mantener a Gendarmería en la ciudad, que no tocó la raíz del problema que tenemos acá y en muchos centros urbanos de la Argentina”, señaló. A pesar de esa inversión, “la cantidad de homicidios en el departamento bajó en 10 casos”, mientras tanto “estuvo Gendarmería instalada con un despliegue infernal” que se extendió por más de 8 meses.
¿Qué pasa con los pibes?
La presencia de Gendarmería modificó la cotidianeidad de los barrios y la vida de los vecinos. En diálogo con el programa La Brújula de la Mañana por Radio Wox 88.3 de Rosario, Peralta hizo hincapié en los reiterados abusos sobre los jóvenes, cuya situación no mejoró sino que “está más difícil” que hace un año. “Hay muchos pibes que establecen un vínculo con la Policía desde muy temprana edad, a partir de ahí la Policía conoce quiénes son, dónde se juntan, cómo se manejan, a qué se dedican. Esto es un problema porque es algo que deberían conocer los trabajadores del sector de Promoción Social y de la salud”, describió. Al respecto, acotó que Gendarmería también estableció ese “vínculo violento” con los y las adolescentes: “Al principio se vieron sorprendidos, pero automáticamente empezaron a denunciar todas las vejaciones a las que eran sometidos”.
En ese marco, citó como ejemplo que “si los encontraban con marihuana o con algún tipo de sustancia, los gendarmes les hacían tragar la marihuana, en lugar de sustraerla y labrar un acta, hacer el procedimiento legal que se debe hacer”. A su vez, los golpes, los insultos y la violencia verbal fueron moneda corriente y funcionaban en forma permanente.
El referente agregó que los vecinos adultos también comenzaron a cansarse de los abusos de autoridad. “La sensación de seguridad que podían llegar a tener se comienza a diluir con el tiempo y son los que empiezan a hablar con nosotros y a denunciar situaciones”, relató. Entre los hechos que preocupaban a los vecinos mencionó que “cada vez que iban a tomar un colectivo, que iban al centro municipal, recibían una requisa, les pedían documentos”. Y subrayó: “Se vivía en una especio de estado de sitio de hecho, que nosotros criticamos fuertemente”.
Construir desde abajo
Como contrapropuesta, Peralta precisó algunos puntos clave para modificar esta situación: “Hay que quintuplicar el presupuesto para las políticas para la vida, que tienen que ver con los derecho básicos de las personas, esto es vivienda, salud, educación. Ahí es donde hay que enfocar la inversión y también las ideas, y la construcción de políticas nuevas”. Otro aspecto es la “transformación sustancial” de la institución policial, para lo cual se debe “terminar con los nichos corruptos en los cuales hay connivencia política y judicial en la provincia”. El tercer punto es “construir un proyecto colectivo de ciudad, de provincia, en el cual se piense a la seguridad sin tapujos, en términos de una seguridad democrática”.
Justamente, “esa seguridad democrática es la que muchos partidos venden permanentemente, sobre todo en momentos pre electorales; es una seguridad que debe ser construida desde abajo, y esto es lo que va a permitir controlar a las fuerzas de seguridad”. De esta forma, “se vendría a resolver otro problema que es que la fuerza de seguridad no está controlada por el gobierno”.
Escuchá la entrevista completa en la Brújula de la Mañana.
2015-04-09│Gendarmería: un año de su llegada a Rosario│Facundo Peralta- organización Causa y Efecto by La Brújula De La Mañana on Mixcloud